Si hay un producto de belleza indispensable que me encanta son los parches para el contorno de los ojos. Los tienen casi todas las marcas. Como vienen en sobrecitos individuales son además perfectos para llevar en el bolso o cuando sales de viaje.
A mí me gusta utilizarlos una vez por semana mientras me pongo una mascarilla hidratante en el rostro. Como un tratamiento también de hidratación de la piel más delicada del contorno de los ojos. O también cuando notas la zona congestionada van fenomenal. Una noche que has dormido poco o si tienes un día especial como una boda o una cena, son el complemento perfecto a una ampolla de belleza. Además suelen tener propiedades antiarrugas, antiojeras y tensoras; algunos son a base de colágeno. Proporcionan luminosidad y el resultado es el de una mirada fresca y descansada.
El modo de colocarlos es desde el lagrimal hacia las sienes y se retiran muy suavemente en sentido contrario. No se aclara. El tiempo de exposición suele ser de unos 10 minutos.
¡¡¡El resultado: voilà!!!